El gigante bancario suizo, Credit Suisse, ha informado a su personal que por ahora sus activos patrimoniales están operativamente separados de UBS, pero una vez que los dos bancos se fusionen, algunos clientes podrían considerar trasladar sus activos a otro banco si la concentración supone una preocupación. Específicamente, el documento interno, fechado el domingo, ofreció al personal la orientación necesaria para abordar las inquietudes de los clientes sobre la adquisición de Credit Suisse por UBS, que fue respaldada por Suiza.
El paquete orquestado por los reguladores suizos anunció que UBS pagaría 3.000 millones de francos suizos (3.230 millones de dólares) por Credit Suisse de 167 años de antigüedad y asumiría hasta 5.400 millones de dólares en pérdidas. Según los reguladores suizos, la adquisición de Credit Suisse por UBS la convierte en el líder mundial indiscutible en la gestión de grandes fortunas, lo que ha suscitado cierta preocupación por los riesgos de concentración para los clientes.
Además, Credit Suisse pidió a su personal que informara a los clientes sobre los planes para su negocio de banca de inversión, pero que se comunicarían a su debido tiempo, ya que los detalles de su adquisición por UBS aún se estaban elaborando. Credit Suisse también anunció que seguirá adelante con su conferencia anual sobre inversiones en Asia, que se celebrará en Hong Kong a partir del martes.
A pesar de la incertidumbre, el banco aseguró a sus empleados que sus operaciones diarias no se verían afectadas tras la adquisición por parte de UBS y que sus sucursales y oficinas globales permanecerán abiertas. Además, Credit Suisse señaló que su interrupción en los servicios a los clientes no se espera y se centrará en garantizar una transición fluida y una experiencia sin fisuras para sus valiosos clientes.
Algunos bancos importantes, como Société Générale y Deutsche Bank, han restringido las operaciones con Credit Suisse o sus valores, según informes de fuentes. Aunque los mercados financieros y los agentes del mercado siguen preocupados por los próximos movimientos en Credit Suisse y su posible impacto en empleados, inversores y clientes, la operación «ayudará a restablecer la confianza en los mercados financieros de forma más general», según el banco.
En definitiva, Credit Suisse ha informado a su personal que los activos patrimoniales todavía están operativamente separados de UBS, pero que los clientes podrían considerar trasladar sus activos a otro banco si la concentración supone una preocupación una vez que se fusionen. El banco también pidió a su personal que informara a los clientes sobre los planes para su negocio de banca de inversión, pero que se comunicarían a su debido tiempo ya que los detalles de su adquisición por UBS aún se estaban elaborando. A pesar de la incertidumbre, Credit Suisse aseguró a sus empleados que sus operaciones diarias no se verían afectadas tras la adquisición y que sus sucursales y oficinas globales permanecerán abiertas.