La inflación de los precios al consumidor de la eurozona ha caído al 6,9% en marzo de 2023, según ha informado Eurostat. Aunque esto es una buena noticia, la caída se debe principalmente al efecto de base y los índices de inflación subyacentes muestran que la inflación persiste en algunos sectores.
Los precios de los bienes industriales y la energía están disminuyendo en la zona del euro, pero la inflación en alimentos, alcohol y productos del tabaco y los servicios se ha acelerado. Dicho esto, la inflación no está cayendo proporcionalmente en todas las economías europeas y esto se está convirtiendo en un problema para el BCE.
La inflación subyacente ha alcanzado un nuevo récord de 5,7%, lo que ejerce presión sobre el BCE para que siga subiendo los tipos de interés. En conclusión, se deberá tener en cuenta la inflación subyacente a la hora de tomar decisiones sobre nuevas subidas de tipos de interés y la lucha contra la inflación en la zona del euro aún puede llevar mucho tiempo.