China y Brasil han llegado a un acuerdo para comerciar entre ellos utilizando sus propias monedas en lugar del dólar estadounidense. Pero, según Sergei Perfiliev, un instructor de capacitación financiera y ex estratega cuantitativo de Goldman Sachs, esto no tendrá ningún impacto en el dominio global del dólar estadounidense.
En un tweet, Perfiliev señaló que «el mundo funciona con dólares» y que la moneda no va a desaparecer pronto. Según él, el dólar estadounidense está respaldado no solo por la economía más grande del mundo, sino también por el sistema estadounidense, que es libre y abierto. La propiedad y los activos privados en los Estados Unidos están sujetos a estrictas leyes y el riesgo de incautación o confiscación es mínimo.
Por otro lado, la situación en China es diferente. El multimillonario Mark Mobius ha dicho que China está «restringiendo el flujo de dinero fuera del país». Además, aunque China ya tiene acuerdos comerciales similares con otros países, esto no ha logrado destronar al dólar estadounidense como la moneda más importante del mundo.
El dólar estadounidense está en manos de países de todo el mundo como parte de sus reservas de divisas, y muchas monedas mundiales están vinculadas al dólar estadounidense. El dólar sigue siendo el «denominador común» dominante para las transacciones globales. Las materias primas globales, como el petróleo, se negocian en dólares y Estados Unidos alberga bolsas de materias primas y futuros en las que confían los usuarios de todo el mundo.
Por lo tanto, aunque China y Brasil hayan decidido abandonar el dólar estadounidense, la moneda siempre será el rey debido a su estatus como moneda de reserva mundial y su papel en el comercio global.