La teoría del caos es el estudio de la sensibilidad de sistemas complejos y dinámicos en los que pequeños cambios pueden generar grandes consecuencias. En el caso de la reciente caída de los mercados de renta variable internacional, principalmente en Wall Street, se podría interpretar como una corrección de los mercados cuyas valoraciones han aumentado demasiado este principio de año. Sin embargo, esta situación también podría ser vista como una señal de alerta ante unos mercados que están demasiado confiados en la resiliencia del sistema económico frente a una de las mayores subidas de tipos de la historia.
Durante esta caída, el dinero se ha dirigido hacia el activo refugio de la deuda, cuyas Tires han caído vertiginosamente. El bono americano a 10 años ha bajado de niveles superiores al 4% hasta el 3,70% en pocas horas. En Europa ha sucedido algo similar. Esto refleja una preocupación en los mercados respecto a la posibilidad de una reducción de liquidez y un aumento brusco de los tipos en el sistema.
Además, la teoría del caos nos previene de que toda acción tiene una reacción, y que subir los tipos a los niveles previstos podría generar pequeños cambios que con el tiempo tendrán grandes consecuencias. La microeconomía es el cimiento de la economía, las decisiones microeconómicas de los consumidores terminarán impactando en la macroeconomía aunque sea con cierto decalaje. Por lo tanto, las dificultades de un banco de menor dimensión como el SVB (Silicon Valley Bank) deberían prevenirnos de la posibilidad de contagio en el sistema bancario estadounidense o global.
Las tensiones inflacionistas son un factor determinante en el accionar de los bancos centrales. Sin embargo, estamos muy cerca de que la inflación deje de ser la preocupación principal. Los próximos meses de marzo, abril, mayo y junio probablemente arrojarán una inflación claramente a la baja. La inflación que arrastramos tiene su origen precisamente en estos meses del 2022, tras el inicio de la guerra de Ucrania.
Es un entorno muy favorable para la deuda y para la renta fija en general. Tanto como activo refugio y por la rentabilidad interna que ofrece actualmente, que nos invita a pensar que en los próximos meses se puede acumular buenos retornos por el efecto mercado. Deuda pública y crédito corporativo de alta calidad debería ser el componente dominante en nuestras carteras. Conviene reducir el peso de la renta variable y del high yield durante los próximos meses porque, en estos momentos, no compensa el ratio rentabilidad-riesgo en estos activos.
En resumen, la teoría del caos nos previene de que toda acción tiene una reacción. Subir los tipos a los niveles previstos va a producir pequeños cambios que pueden generar grandes consecuencias. Estamos en un entorno muy favorable para la deuda y para la renta fija en general. Por lo tanto, para los próximos meses, conviene reducir el peso de la renta variable y del high yield y enfocarnos en deuda pública y crédito corporativo de alta calidad. La presidenta del BCE, Christine Lagarde, subirá el tipo un 0,50%, pero si no define la intensidad de las subidas próximas, estaremos más cerca de que el final de las subidas se produzca antes del verano.