El craqueador catalítico de Amuay, la refinería más grande de Venezuela, se encuentra detenido debido a reparaciones desde al menos hace una semana, según fuentes confiables. La planta de craqueo catalítico fluido (FCC por su sigla en inglés), convierte hidrocarburos en productos livianos con mayor valor comercial, como gasolina y de la cual hay frecuentes períodos de escasez en la nación sudamericana.
Las fuentes no pudieron precisar qué estaban reparando exactamente, pero un trabajador que habló bajo condición de anonimato por razones de seguridad afirmó que «en Amuay estamos feos (…) catalítica está abajo, parada para unas reparaciones». PDVSA, la empresa petrolera estatal de Venezuela, no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios.
Amuay y la refinería Cardón conforman el Centro Refinador Paraguaná (CRP), el más grande del país petrolero, con capacidad de convertir 955.000 barriles por día de petróleo. Sin embargo, el circuito venezolano de refinación y mejoramiento de crudo sufre de constantes incidentes y paradas no programadas, que críticos aducen a la falta de inversiones y de mantenimiento.
La noticia puede tener un impacto significativo en la economía del país petrolero, que ya se encuentra en una profunda crisis económica debido a la caída de los precios del petróleo y a la mala gestión del gobierno.
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