Nuevos datos de inteligencia estadounidenses han revelado que un grupo proucraniano saboteó los ductos Nord Stream que transportan gas natural de Rusia a Europa. El sabotaje ocurrió en septiembre de 2022, siete meses después de la invasión rusa de Ucrania, y destruyó tres de los cuatro gasoductos. Aunque Estados Unidos y la OTAN califican los ataques como un «acto de sabotaje», Moscú ha culpado a los partidarios occidentales de Ucrania y ha pedido una investigación independiente del Consejo de Seguridad de la ONU. El informe del New York Times, basado en fuentes oficiales estadounidenses, no encontró pruebas de la implicación del Gobierno de Kiev en el ataque, ni de la participación de los autores actores ligados a algún funcionario del Gobierno ucraniano.
Los funcionarios estadounidenses no revelaron detalles sobre cómo se obtuvieron las pruebas ni quién dirigió o pagó la operación, pero sugirieron que los atacantes eran ciudadanos ucranianos o rusos que se oponían al presidente ruso Vladimir Putin. Los gasoductos Nord Stream, construidos por la empresa rusa Gazprom, conectan Rusia y Alemania, pero Ucrania se opuso a ellos porque permitirían a Moscú vender más gas a Europa Occidental. Los representantes de Gazprom no han comentado sobre el informe del New York Times.
En su invasión de Ucrania, Moscú ha enviado oleadas de soldados en las últimas semanas para intentar capturar la ciudad ucraniana oriental de Bajmut y asegurarse su primera victoria en el campo de batalla en más de medio año. Las fuerzas ucranianas han cavado trincheras más al oeste y parecen estar preparándose para retirarse, pero el presidente ucraniano Volodímir Zelenski se comprometió públicamente a resistir en Bajmut, prolongando la batalla más sangrienta de la guerra en un intento de doblegar a la fuerza de asalto de Moscú. Los estrategas occidentales dicen que la ciudad en ruinas tiene un valor limitado y que el asalto de Rusia puede tener como objetivo una victoria simbólica después de una ofensiva de invierno en la que han participado cientos de miles de reservistas reclutados y combatientes del ejército privado de Wagner.
En conclusión, el sabotaje de los ductos Nord Stream es un nuevo y dramático capítulo en la creciente tensión entre Rusia y Ucrania mientras Moscú trata de avanzar en el campo de batalla. Mientras tanto, la investigación continúa y esperamos recibir más noticias sobre la situación en el futuro cercano.