En el día de ayer, el dólar experimentó una caída debido a las expectativas de que la Reserva Federal sea menos agresiva con la política monetaria para frenar la inflación. Esto se dio después de que las autoridades intervinieron en la quiebra del Silicon Valley Bank para limitar las consecuencias.
El presidente Joe Biden afirmó que las rápidas acciones del Gobierno deberían dar a los estadounidenses la confianza de que el sistema bancario es seguro. Por su parte, la Reserva Federal anunció que pondría a disposición más fondos a través de un nuevo Programa de Financiación Bancaria a Plazo.
El índice Dólar, que mide el desempeño de la divisa estadounidense frente a otras seis monedas, bajó un 0,59% debido al desplome de los rendimientos de los bonos del Tesoro a dos años. Además, el retorno de la nota a dos años se hundió 57,2 puntos básicos a un 4,016%, en su mayor baja diaria desde el colapso del Lunes Negro de 1987.
En este contexto de incertidumbre, el foco está en la publicación de los datos del Índice de Precios al Consumidor (IPC) que se dará a conocer hoy. Goldman Sachs ya no espera que la Reserva Federal suba las tasas en su reunión de la próxima semana.
Por otro lado, el yen japonés se benefició de las consecuencias de SVB, fortaleciéndose un 1,26% a 133,33 por dólar. El euro también tuvo un aumento del 0,79% a 1,0737 dólares, cerca del máximo de un mes que tocó más temprano, a la espera de la reunión de política monetaria del Banco Central Europeo del jueves.
En conclusión, el mercado cambiario sigue siendo volátil y hay que prestar atención a las decisiones de la Reserva Federal y otros bancos centrales. Se espera que la situación se aclare en los próximos días y se pueda tener una mejor perspectiva de las implicaciones para la economía en general.