La propuesta de establecer un impuesto mínimo del 15% sobre los beneficios en el extranjero de las mayores empresas multinacionales supone importantes consecuencias para las inversiones extranjeras directas y las políticas de inversión, según el Informe sobre las Inversiones en el Mundo 2022 de la Conferencia de la ONU sobre Comercio Y Desarrollo (UNCTAD).
El reporte sirve de guía para que los responsables políticos sepan cómo afrontar las nuevas y complejas normas fiscales y puedan adecuar sus estrategias de inversión.
Las reformas, previstas para 2023 o 2024, pretenden disuadir a las multinacionales de trasladar sus beneficios a países de baja tributación.
Las principales implicaciones de las propuestas son:
- Aumento de los impuestos sobre las multinacionales en la mayoría de los países
- Mayores impuestos sobre los beneficios obtenidos por las multinacionales en el extranjero.
- Posible disminución sobre las nuevas inversiones de las multinacionales
- Reducción de las ventajas de los tipos impositivos reducidos y de los incentivos fiscales para atraer inversiones.
- Necesidad urgente de que los organismos de promoción de inversiones y las zonas económicas especiales revisen las estrategias de atracción de inversiones.
«Aunque las reformas fiscales van a aumentar la recaudación para los países en desarrollo, desde el punto de vista de la atracción de inversiones suponen tanto oportunidades como retos«, afirmó la secretaria general de la Conferencia.
Rebeca Grynspan añadió que «los países en desarrollo afrontan limitaciones en su respuesta a las reformas, debido a que carecen de la capacidad técnica necesaria para abordar la complejidad de los cambios fiscales, y a que los compromisos adquiridos en los tratados de inversión podrían dificultar la adopción de medidas efectivas de política fiscal. La comunidad internacional tiene la obligación de ayudar».
Se esperan mayores ganancias, pero se intuye menor inversión
Los tipos impositivos sobre los beneficios de las multinacionales en el extranjero aumentarán. Las filiales extranjeras de estas compañías que paguen tipos impositivos inferiores al mínimo sobre los beneficios declarados en los países de acogida estarán sujetas a un recargo. Además, las multinacionales verán reducido el traslado de sus beneficios y pagarán los tipos del país de acogida en base a una mayor cantidad de beneficios.
Se estima que, de forma conservadora, el aumento de los tipos impositivos a los que se enfrentan las multinacionales es del 2%. Esta cifra corresponde a un aumento de la recaudación fiscal de las multinacionales en los países de acogida de alrededor del 15%, que se acerca al 20% en el caso de las grandes empresas directamente afectadas por las reformas.
Se espera que tanto las economías desarrolladas como las que están en desarrollo se beneficien sustancialmente del aumento de la recaudación. Los centros financieros con ventajas fiscales perderán una parte sustancial de los ingresos recaudados de las filiales extranjeras.
La Conferencia destaca por un lado que en el caso de los países en desarrollo más pequeños -que suelen tener tipos más bajos- la aplicación del impuesto complementario podría marcar una gran diferencia en la recaudación de ingresos.
Sin embargo, señala que la otra cara de la moneda del aumento de la recaudación fiscal es la posible disminución del volumen de inversión a causa del aumento del impuesto sobre las actividades de inversión extranjera directa y estima que la inversión transfronteriza de bienes productivos podría disminuir un 2%.
El informe muestra que la inversión extranjera directa mundial se recuperó el año pasado a niveles anteriores a la pandemia y ascendió a 1,6 billones de dólares, pero la incertidumbre se cierne sobre 2022
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