El ministro de finanzas de Hungría, Mihály Varga, ha acusado a la Comisión Europea de perjudicar la competitividad de Hungría al bloquear los fondos comunitarios destinados a Budapest. Según Varga, al retener los fondos, la Comisión Europea ha empeorado la competitividad del país y ha interferido en la competencia económica de los países de la UE.
El delegado húngaro atribuye a la retención del dinero de la UE una ralentización de la economía de Hungría, estimando que su crecimiento habría superado el 5% registrado oficialmente en 2022 si el país hubiera podido disponer de los fondos. Actualmente, Bruselas mantiene congelados 22.000 millones de euros en fondos de cohesión destinados a Hungría hasta que el país garantice que los programas para utilizarlos respetan los valores y reglas comunitarios en materia de independencia judicial, leyes educativas, libertad académica y derecho al asilo y corrupción.
El Gobierno de Viktor Orbán ha prometido implementar reformas legales para acceder a los fondos, pero aún no se sabe cuándo podría concluir el proceso. Con esta medida, la Comisión Europea busca asegurarse de que los países de la UE respeten los valores y principios comunitarios antes de recibir fondos de cohesión. En Hungría, esto ha provocado un enfrentamiento entre el Gobierno de Orbán y Bruselas, que ha llevado a un estancamiento en la entrega de fondos a Hungría.