Cuando tenían apenas 20 años, Joan y Josep Roca empezaron un proyecto a contracorriente: un restaurante gastronómico en un barrio obrero de Girona. Conocieron el arte de los fogones, y la atención al cliente trajinando en el restaurante de sus padres, que hoy día siguen regentando y ofreciendo su menú diario. Su hermano Jordi tenía 9 años y no se incorporaría hasta años después. Dicen que es el más alocado, pero Jordi asegura que “los otros lo disimulan”.
Llevan 35 años…