La Reserva Federal de Estados Unidos se encuentra en una situación complicada debido a la quiebra de Silicon Valley Bank y Signature Bank, la mayor desde el periodo 2007-2009. Además, luchan contra la inflación, que se mantiene alta. La FED está trabajando para mantener la confianza del sistema bancario para evitar un «efecto dominó».
A pesar de que la inflación disminuyó en febrero al 6,0% interanual, lo que supone su octavo mes consecutivo a la baja, todavía se encuentra muy por encima del objetivo de 2%. El IPC subyacente, que creció un 0,5% mensual y un 5,5% interanual, es también preocupante.
Jerome Powell, presidente de la FED, anunció que si la contratación y la inflación continúan aumentando, el banco central podría subir las tasas en la reunión de marzo. Los pronósticos son diversos, con algunos inversionistas esperando un aumento moderado del 0,25%, mientras que otros apuestan por un aumento de medio punto. Aunque se considera que el nivel final de las tasas será más alto de lo previsto, el riesgo de inestabilidad financiera es bajo.
SVB estaba en la lista de los 20 bancos comerciales más grandes de EE. UU. y tenía 209 mil millones en activos totales a finales de año, según la FDIC. El aumento en las tasas afectó fuertemente a las empresas de tecnología, que eran sus mayores clientes. Aunque la quiebra de estos bancos no evitará que la FED siga elevando sus tasas de referencia, podría reducir el ritmo de préstamos, lo que podría ayudar involuntariamente a enfriar la economía y frenar los precios.
En general, la FED se encuentra en una situación difícil, pero sigue trabajando para mantener la estabilidad del sistema bancario de EE. UU. y reducir la inflación.