El pasado mes, el SVB Financial Group (NASDAQ: SVB) quebró en un tiempo récord de 30 horas. Esta situación no fue causada por la Reserva Federal, sino por una mala gestión del riesgo y una base de financiación muy concentrada. En este artículo analizaremos las posibles respuestas a las grandes interrogantes que se plantean: ¿Qué falló en el banco con un balance de más de 200,000 millones de dólares para que se desplomara tan rápido? ¿Hasta qué punto hay riesgos de contagio? ¿Está en apuros todo el sistema bancario estadounidense? ¿Cuál será la reacción de la Reserva Federal y los mercados?
La mala gestión del riesgo fue uno de los principales problemas que enfrentó el SVB. El banco apostó miles de millones en la creencia de que los responsables de la política monetaria los rescatarían de cualquier manera. Además, tenían una enorme cartera de inversiones en bonos respaldados por hipotecas, y sorprendentemente, no cubrieron el riesgo de los tipos de interés. La duración de su cartera de inversión antes y después de las coberturas de tipos de interés era la misma, lo que significa que no aplicaron prácticas básicas de gestión de riesgos.
El SVB tenía una cartera de inversión desproporcionadamente grande en comparación con la media de los bancos estadounidenses, con un 57%. También tenía el 78% de sus inversiones en bonos respaldados por hipotecas, lo que aumentó aún más el riesgo. Esto significó que cualquier subida de 10 puntos básicos en los tipos de interés a cinco años hizo perder casi $ 700 millones al banco. Cada aumento de 200 puntos básicos representó pérdidas de $ 14,000 millones, lo que aniquiló todo el capital del banco.
A medida que el SVB experimentó una retirada de depósitos, la naturaleza concentrada de su base de depósitos y la mala gestión del riesgo hicieron que el banco quebrara rápidamente. Muchas personas solicitan ahora un rescate general, pero la evidencia de que el riesgo moral está en juego es demasiado grande para ignorarse. No se debe recompensar el riesgo moral.
También hay indicios de que el SVB utilizó trucos contables para ocultar las pérdidas no realizadas de sus inversiones en bonos respaldados por hipotecas. Además, la directiva del banco presionó para aumentar los límites de los requisitos regulatorios de los bancos, lo que sugiere que el riesgo moral estaba implícito.
En resumen, el SVB quebró debido a una mala gestión del riesgo y una base de financiación muy concentrada, lo que significa que no es probable que haya un riesgo de contagio en todo el sistema bancario estadounidense. Es necesario que los reguladores tomen medidas para evitar que esta situación vuelva a ocurrir.