La era del dinero barato ha llegado a su fin y su impacto se ha dejado sentir en los mercados mundiales. Los riesgos se hicieron patentes esta semana cuando el prestamista Silicon Valley Bank se apresuró a buscar capital fresco, provocando una caída en las acciones bancarias. Los bancos centrales están reduciendo sus balances mediante la descarga de sus inversiones en bonos como parte de su lucha contra la inflación. Los siguientes son posibles puntos de presión para el mercado.
En primer lugar, los bancos han destacado en la lista de preocupaciones, sobre todo tras la caída del Silicon Valley Bank, que afectó a valores bancarios de todo el mundo por el temor al contagio. En segundo lugar, la subida de las tasas ha frenado la disposición a apostar por empresas en fase inicial o especulativas, sobre todo porque las tecnológicas consolidadas han emitido advertencias de ganancias y han recortado puestos de trabajo. En tercer lugar, los impagos corporativos están aumentando, lo que se centra en los mercados de deuda privada. En cuarto lugar, el criptomercado está cayendo a mínimos de dos meses y las empresas relacionadas con las criptomonedas están sufriendo. Por último, los mercados inmobiliarios están empezando a crujir el año pasado y los precios de la vivienda seguirán cayendo este año.