En 2021, cinco millones de niños fallecieron antes de su quinto aniversario
Cinco millones de niños murieron antes de cumplir los cinco años y otros dos millones de menores entre cinco y 24 años fallecieron en 2021, según los últimos cálculos publicados por el Grupo Interinstitucional de las Naciones Unidas para la Estimación de la Mortalidad en la Niñez.
En otro informe, el Grupo reveló que cerca de dos millones de bebés nacieron muertos durante el mismo periodo.
Los estudios revelan que muchos de estos decesos podrían haberse evitado si las madres, los recién nacidos, los adolescentes y los niños hubieran contado con un acceso equitativo a una atención sanitaria de alta calidad.
Aunque desde el año 2000 disminuyó a nivel global el riesgo de mortalidad en todas las franjas de edades estudiadas, los avances se redujeron a partir de 2010 y 54 países no alcanzarán la meta de los Objetivos de Desarrollo Sostenible relativa a la mortalidad de menores de cinco años.
De no tomarse medidas rápidas para mejorar los servicios de salud, unos 59 millones de niños y jóvenes morirán antes de 2030, y casi 16 millones de bebés nacerán muertos.
El África Subsahariana y Asia Meridional son las regiones donde se producen las cifras más elevadas de mortalidad.
El valor de las exportaciones regionales de bienes aumentó el año pasado un 20% favorecido por el aumento del 14% de los precios y el crecimiento de un 6% del volumen exportado, informó este martes la Comisión Económica para América Latina y el Caribe.
Pese a que por segundo año consecutivo el crecimiento fue superior a los dos dígitos, el crecimiento se debió más al alza de los precios de las materias primas, particularmente los combustibles, que por la capacidad de aumentar los volúmenes de exportación o la diversificación de la oferta exportadora hacia nuevos sectores.
En el lado de las importaciones de bienes regionales, el reporte apunta a un alza del 24% impulsado, al igual que las exportaciones, por un crecimiento de los precios.
A diferencia de la desaceleración en el comercio de bienes, el de servicios mostró una importante recuperación, con un crecimiento del 45% durante el primer semestre de 2022 respecto al mismo período de 2021. Ello se debe principalmente a la reactivación del turismo, seguido por el rubro de otros servicios.
En un contexto marcado por el conflicto en Ucrania, la alta inflación, un menor crecimiento, las tensiones geopolíticas y la persistencia de la pandemia, el informe indica que comercio mundial sufrió una fuerte desaceleración en 2022 que se agudizará en 2023 con un crecimiento de apenas un 1%.
La economía mundial solo crecerá un 1,7% en 2023; el Banco Mundial advierte sobre una posible recesión
En similares términos pesimistas se expresó el Banco Mundial que prevé una desaceleración del comercio mundial para este año del 1,7%, una cifra bastante lejana sobre el 3% pronosticado seis meses atrás. Para 2024 proyectó una ligera alza de un punto porcentual -2,7%-.
Según la edición más reciente de su informe Perspectivas económicas mundiales, la organización atribuye el freno al volumen de negocio a la elevada inflación, el aumento de las tasas de interés, la reducción de las inversiones y las perturbaciones causadas por la invasión de Rusia a Ucrania.
El Banco Mundial prevé que el crecimiento de las economías avanzadas disminuirá del 2,5 % en 2022 al 0,5 % en 2023 y advierte que cuando se sufrieron desaceleraciones de esta magnitud fueron “la antesala de una recesión mundial”.
Para los mercados emergentes y las economías en desarrollo, excluyendo a China, la reducción económica pasará del 3,8 % en 2022 al 2,7 % en 2023.
El estudio dedica un apartado a la difícil situación en la que se encuentran 37 pequeños Estado que sufrieron una recesión más profunda como consecuencia de la COVID-19 y tuvieron un repunte mucho más débil que otras economías, en parte debido a las prolongadas perturbaciones que afectaron al turismo.
Irán usa los juicios rápidos y la pena de muerte como armas para castigar a los manifestantes
En opinión del Alto Comisionado de la ONU para los derechos Humanos, el gobierno de Irán está utilizando los juicios y la pena de muerte como un arma disuasoria para castigar a las personas que participan en las protestas y para infundir miedo en la población con el fin de acabar con la disidencia.
Volker Türk afirmó que durante el último mes fueron ejecutadas cuatro personas que participaron en las recientes manifestaciones tras juicios acelerados que no cumplieron las garantías mínimas de un juicio justo y el debido proceso exigidos por el derecho internacional de los derechos humanos, por lo que sus ejecuciones equivalen a una privación arbitraria de la vida.
«El gobierno de Irán defendería mejor sus intereses y los de su pueblo escuchando sus quejas y emprendiendo las reformas jurídicas y políticas necesarias para garantizar el respeto a la diversidad de opiniones, los derechos a la libertad de expresión y reunión, y el pleno respeto y protección de los derechos de la mujer en todos los ámbitos de la vida», razonó.
Desde que el pasado septiembre estallaran las protestas en todo el país a raíz de la muerte de Jina Mahsa Amini, que falleció poco después de ser detenida por llevar indebidamente el hiyab, se ha detenido a miles de personas. Cientos de personas han muerto en la represión gubernamental contra los manifestantes
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