Qué hay detrás del supuesto ‘milagro’ de Remescar, el producto para las bolsas y ojeras que invade la televisión

Feb 16, 2023

 

En ocasiones, comprar una crema se puede parecer un poco a un acto de fe. No solo porque la cosmética esté entregada a publicitar innumerables milagros cosméticos (la juventud en un bote, esa eterna quimera) sino también porque en el momento en que nos decidimos por un producto tenemos que confiar en que esos ingredientes funcionarán en nuestra piel, en que seremos lo suficientemente constantes para lograr nuestros objetivos y en que al cabo de un par de meses de uso (existe cierto consenso en que para que una crema comience a dar resultados deberíamos aplicarla como mínimo dos o tres meses) veremos cómo las arrugas se difuminan, la piel se tersa y las manchas se aclaran. Ingredientes antienvejecimiento tan famosos como el SPF, el  retinol, la niacinamida o los antioxidantes como la vitamina C y E o el resveratrol han probado buenos resultados pero lo cierto es que para conseguirlos no se puede tener prisa: la efectividad de un buen tratamiento, dicen los expertos, es una mezcla de principios activos eficaces y una inflexible rutina. Eso requiere tiempo, esfuerzo y paciencia.

Sin embargo, a nadie le gusta esperar. De hecho, para quienes se desesperan en el plazo que va desde que prueban un tratamiento cosmético por primera vez hasta que empiezan a verse mejor puede desembocar en un fenómeno llamado impaciencia o ansiedad cosmética: «Es la sensación de que los productos de belleza no funcionan, un error que puede llevar a cambiar constantemente de régimen cosmético y que derivará en una piel estresada, al no conseguir que tenga el margen temporal necesario para hacerse a un principio activo y permitir que éste pueda ejercer los efectos para los que está formulado», explica Elisabeth San Gregorio, directora técnica de la firma Medik8. «Como norma general, conviene probar los productos durante lo que denominamos como período de regeneración celular, y que está en torno a 35 días de media, aunque varía según la edad», comenta Estefanía Nieto, directora técnica de Omorovicza. Pero a veces nos hace falta algo más rápido, aunque no dure para siempre.

Quizá por ello uno de los contornos de ojos más vendidos en Amazon y en parafarmacias es uno que no promete resultados a largo plazo sino nada más aplicarlo: visibles e inmediatos. Eso sí, este sueño caduca al volver a casa porque dura lo que dura una jornada laboral (unas 8 horas, que en algunos casos pueden llegar a ser 10). Más de 14.000 valoraciones en Amazon (con una nota media de 3,8 sobre 5, casi la mitad con una puntuación perfecta) han alzado a Remescar como un “milagro” anunciado en televisión contra las bolsas y ojeras que además interesa por igual a hombres y mujeres.

“Funciona, es temporal, no te quita las ojeras, pero te las disimula. Reseca la piel, hay que darse crema hidratante. Por lo demás bien, cumple su función”, comenta Luis, que lo ha comprado hace unas semanas. Margarita le da cuatro estrellas: “Tengo muchas bolsas y funciona bien”; Julio, por su parte, alaba su función-milagro: “Según las instrucciones, después de lavarme la cara apliqué crema hidratante. Al cabo de un corto tiempo y después de la absorción de la crema hidratante, apliqué el anti-ojeras. Al cabo de poco rato las ojeras habían desaparecido. Ni sombra ni volumen. ¡Todo liso y claro! ¡Maravilla!”, pero opina que en su caso es un producto “para ocasiones especiales, no para cada día. Puesto que funcionó tan bien repetí los días siguientes hasta darme cuenta de que se estaba formando un nuevo tipo de piel rugosa en la zona de las ojeras”, comenta. Mary, otra usuaria, solo lamenta que el resultado no sea permanente: “Excelente! He probado muchos productos para eliminar o disminuir las bolsas de los ojos y este es el único que realmente las quita. Los inconvenientes son que hay que aplicarlo muy bien para obtener un buen resultado y que al lavar la cara se va el “efecto lifting” y vuelven a aparecer las bolsas”.

Visto que las reseñas vienen tanto de hombres como de mujeres, por lo que no es un producto necesariamente utilizado por un único género (aunque sus publicidades siempre las protagonizan ellas), ¿Quiénes son entonces los que más se podrían beneficiar de su uso? Los expertos aseguran que el envejecimiento celular empieza a partir de los 30 años, aquí es cuando la piel pierde colágeno, elasticidad y frescura. Para poder ayudar a prevenir la aparición de “patas de gallo” o bolsas en la zona de las ojeras, se recomienda empezar a usar un buen contorno de ojos desde los 25 años. Sin embargo, suele ser en la frontera de los 40 años cuando se manifiestan los primeros síntomas del envejecimiento prematuro en el contorno de ojos: la flacidez, la hinchazón, las arrugas y las ojeras hacen mella en esta década y en esta zona, donde la piel es más fina y soporta peor las agresiones externas.

Pero, ¿de verdad obra el milagro?

Remescar Blosas y Ojeras, desarrollado por el laboratorio belga Sylphar, está formulado con arcillas minerales, péptidos y un complejo de cafeína y microalgas, y según quienes lo han probado, a los dos minutos de utilizarlo logra un efecto tensor en la piel, al tiempo que disminuye la acumulación de líquido bajo los ojos y corrige las ojeras. La opinión es bastante unánime: reduce rápidamente la inflamación de las bolsas y la pigmentación de las ojeras, pero también una gran cantidad de usuarios comenta que al momento de aplicarlos se nota cierta tirantez en la piel, puede incluso que sequedad, y que puede dejar una pátina blanca. Sin embargo, la clave para evitar estas sensaciones y optimizar su efecto está en su modo de uso.

Lo primero que recomiendan en la marca es aplicarlo un minuto o dos después de una crema hidratante (siempre no oleosa para que permita penetrar el producto), cuando la piel ya la haya absorbido por completo. Este contorno de ojos viene en un bote de 8 ml. que debería durar 180 aplicaciones. Esto quiere decir que basta con utilizar una cantidad del tamaño de un grano de arroz para los dos ojos: “Si se utiliza menos cantidad no sería suficiente y más cantidad podría ser demasiado y no será totalmente absorbida por la piel pudiendo causar sensibilidad. En caso de grandes bolsas se puede aplicar dos granos de arroz”, explican en la marca. La crema ha de aplicarse en un dedo (no directamente sobre el contorno del ojo) y hay que frotarla con otro dedo hasta que se vuelva incolora (unos cinco o 10 segundos). Al terminar, hay que asegurarse de que todavía haya suficiente crema entre los dedos y, en el caso de que estén secos, se recomienda comer de nuevo una pequeña cantidad y repetir el gesto. “Este es uno de los factures clave para que Remescar Bolsas y Ojeras actúe correctamente”, añaden en la marca. A continuación, se recomienda aplicar suavemente en toda la zona debajo de los ojos, desde el interior hacia el exterior, con un único dedo, con unos ligeros toquecitos sobre la bolsa y en la ojera, y finalizar con un suave deslizamiento por la zona.

No hemos acabado: el siguiente paso es “permanecer sin expresión durante dos o tres minutos mientras el producto se seca para asegurar excelentes resultados”. Si se ha aplicado demasiada crema, es buena idea eliminar el exceso con un pañuelo de papel impregnado en un poco de agua, y hay que recordar lavarse las manos y guardar el tubo cerrado después del uso.

En la marca desaconsejan utilizarlo de forma continuada durante más de cuatro semanas “ya que esto puede causar dependencia del producto, reduciendo su eficacia. Aconsejamos dar a la piel una pausa durante cinco días después de cuatro semanas. Al acabar la pausa, se puede volver a utilizar el producto todos los días durante un máximo de cuatro semanas seguidas”, explican. Y dan un importante apunte: si se va a utilizar con maquillaje (cosa que puede reducir la duración de su eficacia, especialmente si es de base oleosa), el orden correcto de aplicación es el siguiente: primero las cremas y el maquillaje habituales, después dejar secar, y a continuación, aplicar Remescar Bolsas y Ojeras.

El efecto inmediato en ojeras y bolsas bajo los ojos se debe a una tecnología que combina tres acciones: el estiramiento de la piel, por la combinación de minerales arcillosos con cristales biomédicos; un efecto de drenaje bajo los ojo gracias a que los tripéptidos evitan la retención de líquidos; y, el control de la formación de vasos sanguíneos alrededor de los ojos y la protección de las fibras elásticas de la piel gracias a las semillas de quinoa con efecto de terapia cosmética. Las bolsas y ojeras son algo muy común, todo el mundo las tiene, y en la marca desmienten que únicamente se deban al cansancio: “No siempre son consecuencia directa de la fatiga. La aparición tanto de bolsas como de ojeras tiene diversas causas. Las bolsas pueden ser fruto del envejecimiento, predisposición genética, patrón de sueño o estilo de vida. Las ojeras pueden surgir por alergias, edad o patrón de sueño”, aseguran.

Que la constancia es lo más importante en el cuidado de la piel lo hemos escuchado infinidad de veces, desde la facialista de Kim Kardashian, Joanna Czech, que lo repite cada vez que tiene ocasión; lo mismo que la Asociación Española de Dermatología y Venerealogía (“La salud de la piel no es una moda pasajera, es constancia y cuidado”, recordaban en una de sus últimas campañas) o farmacéuticas prescriptoras de dermocosméica (“Si quieres tener una piel radiante hay que ser constante”, insisten en Farmacia Arbosana). Puede que ese sea el único camino hacia una piel que envejece bonita pero fenómenos como Remescar responden a otra necesidad muy humana: la de creer en el milagro de que la juventud se puede recuperar en un instante.

 

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